Universidad Nacional Auntónoma de México
Colegio de Ciencias y Humanidades

Líneas de Discusión

1. Reprobación, deserción escolar y exclusión social

Esta línea de discusión tiene como propósito motivar la reflexión acerca de las tres principales problemáticas que impactan la eficiencia terminal de los alumnos: reprobación, deserción escolar y exclusión social. Estos fenómenos representan situaciones complejas en el ámbito educativo nacional, debido a los índices estadísticos que evidencian una situación latente en cada uno de ellos. Pese a las acciones académicas e institucionales, la persistencia de estos fenómenos sigue siendo un reto importante para las políticas educativas de México. Las razones que se les asocian son diversas y pueden atenderse desde la mirada de diferentes enfoques disciplinares.

Reprobar significa tener un bajo aprovechamiento escolar, es signo de desigualdad en el aprendizaje e inevitablemente provoca el fracaso y la deserción escolar, problemáticas que afecta a un amplio porcentaje de la comunidad estudiantil en nuestro país. Por su parte, la exclusión social se concibe como un proceso mediante el cual los individuos o grupos son total o parcialmente excluidos de una participación plena en la sociedad en la que viven, ya sea social, económica, cultural y, por supuesto educativa.

2. Género, vulnerabilidad y violencia

Esta línea de discusión tiene como finalidad abordar las asimetrías entre los géneros y cómo estás prácticas propician un diferenciado reconocimiento del valor de la vida de las personas; condicionan su capacidad de aparecer en la escena pública, su exigencia de derechos y su ejercicio de la libertad. Tiene la pretensión de enfatizar la correlación intrínseca entre las construcciones de género y su representación, con el modo en que se percibe lo digno y lo visible.

Todo ejercicio diferenciado del valor de los individuos hace que los menos reconocidos sean mucho más vulnerables. Piénsese en las mujeres en México, quienes su existencia está en latente peligro, sin considerar otros factores como la condición económica o la etnia, de modo que, la vulnerabilidad tiene grados. Los trabajos que atiendan a esta línea de discusión deberán considerar en sus escritos las consecuencias de las múltiples negaciones de la vida humana a partir de las ideas del género y esbozarlas; es decir, mostrarán a aquellas personas, grupos o colectivos que habitan desde los límites de la reconocibilidad, perfilarán estas fronteras, enfatizando qué es lo que los hace susceptibles a todo tipo de violencias.

3. Saberes incluidos y saberes excluidos en el bachillerato

Esta línea de discusión puede abordar tentativamente todo aquello que, de manera explícita aparece en nuestros programas: contenidos temáticos, aprendizajes y propósitos; pero de manera quizás más radical también trata sobre todo aquello que sabemos que los estudiantes deben haber aprendido en su educación anterior, desde simples conceptos y procedimientos hasta habilidades y competencias (simples y complejas). Un Programa de estudios sólo muestra una pequeña parte de lo que los jóvenes han de aprender; el sustento para que esto suceda, sin embargo, no aparece explícito. Es tarea de las maestras y los maestros visibilizar el currículum oculto que oficia de iniciación a los saberes que habrán de atenderse en las asignaturas. Quizás el aspecto de ese currículum oculto que tiene mayor presencia en el profesorado para poder abordar óptimamente determinados propósitos y aprendizajes esté compuesto por dos elementos: la cultura básica sobre los temas a tratar y el nivel de desarrollo de las competencias requeridas para que el proceso de aprendizaje se dé con cierta continuidad. Tener claras ambas cuestiones resulta primordial para no comenzar el curso en blanco y establecer vasos comunicantes entre un antes y un ahora del proceso educativo.

Por otro lado, y no menos importante, está el bagaje cultural y experiencial que, aunque de momento pareciera no involucrarse con la formación escolar formal, impacta de manera directa y emotiva en el aprendizaje del alumnado. Es preciso tomar en cuenta que cuando una muchacho o una muchacha llegan al bachillerato no sólo han pasado entre 9 y 12 años en la escuela; sino que tienen una historia personal, poblada de vivencias que les dan un enfoque específico sobre el papel del conocimiento en su vida, sobre las perspectivas de su formación académica y sobre la importancia (o falta de ella) de lo que aprenden en las aulas. Los hechos de los que está poblada su historia han dejado su impronta; quizás han pasado por alguna situación que ha tocado una cuerda de su intimidad que todavía está vibrando. La enseñanza no es —o no solamente— un proceso cuantificable, algo que se valora a partir de aciertos y errores; abarca diferentes aspectos que hacen crecer a los alumnos como sujetos de su momento y de su historia.

Finalmente, en esta línea podrían abordarse todos aquellos saberes que han sido excluidos porque representan antiguas perspectivas de la enseñanza de las que nos hemos separado, pero que aceptan una segunda mirada. Con frecuencia nos manifestamos renuentes ante ciertas prácticas muy populares en el pasado porque no encajan del todo con los nuevos enfoques; habría que revisar de manera detenida, empero, qué podría rescatarse de todo aquello que consideramos preterido y en qué sentido puede actualizarse.

4. Educación en bioética

Este eje tiene como objetivo reflexionar acerca de la responsabilidad ética que tenemos como actores educativos de la educación media superior para comprender los problemas socioambientales en relación con un modo de producción y consumo. Como horizonte interdisciplinario, la bioética alcanza debates no sólo en términos de ciencia y tecnología, sino con respecto a la distribución de recursos y nuestra forma de relacionarnos. A su vez, estos y otros problemas se cruzan con categorías como la clase, el sexo y la raza.

5. Relaciones socioafectivas, identidades y pertenencia

En esta línea se ubicarán los trabajos que tengan como referentes temáticos las relaciones socioafectivas que se construyen entre los actores educativos y que son parte central del tejido social de las instituciones; igualmente se considerarán las propuestas que discurran acerca de prácticas de construcción identitarias entre alumnos-alumnos, profesores-profesores o alumnos-profesores y que generan un sentido de pertenencia.

6. Salud, alimentación y desigualdad

A través de esta línea temática se pretende dialogar entorno a la importancia, las repercusiones y medidas que se toman como instituciones o como individuos en torno a la salud, el autocuidado y la alimentación de nuestras comunidades escolares. Es bien sabido que para hablar de salud o alimentación no bastan los consejos nutricionales o médicos, se trata de un tema que implica la reproducción, ruptura o adquisición de hábitos que se insertan en ambientes específicos, mismos que según el grado de desigualdad económico-social entorpecen o favorecen los esfuerzos por fomentar el autocuidado.

El acceso a los recursos alimentarios o ambientales que permiten el adecuado cuidado de la salud no sólo está determinado por los ingresos económicos, sino por las condiciones de vida que implican aspectos como las distancias que los miembros de la comunidad escolar recorren, el estrés al que se someten, la seguridad pública, el acceso a alimentos frescos, las costumbres y hábitos familiares, los espacios que se habitan, los cánones de belleza que persiguen, las expectativas personales o familiares y el acceso a información adecuada que fomente el autocuidado, entre otros. Dichos aspectos son considerados indicadores de la desigualdad presente en las comunidades escolares y requieren una reflexión desde la diversidad de escenarios e historias de vida de quienes confluyen en nuestros bachilleratos.

7. Brecha digital y acceso al conocimiento

Esta línea propone repensar los usos y circulación diferenciados de las tecnologías de información y comunicación en el seno de la llamada sociedad del conocimiento, las contradicciones evidentes entre los usos comerciales y sus aplicaciones educativas, así como los proyectos no convergentes entre la promesa de bienestar y la enorme brecha de desigualdad económica y social. En la llamada sociedad red las personas estamos cada vez más conectadas a la simulación del otro, a una pantalla en blanco, en donde las interacciones sociales quedan de lado y donde lo que más importa es la globalidad. Se debe pensar más en la comunicación y la intersubjetividad que ésta provoca en la construcción de una nueva y mejor sociedad en donde el aprendizaje esté en el centro.

 

© 2019 Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades
Hecho en México | Comité Organizador